EDITORIAL
  Territorio Mapuche, 3 de Julio del 2000

El 24 de junio pasado, celebramos el wiñol tripantü, esta fiesta coincide con el solsticio de invierno y nuestros abuelos decían que a partir de ese momento todo comenzaba a brotar, según ellos era la época más hermosa del año, porque marcaba el comienzo de un nuevo ciclo, un ciclo lleno de esperanza y alegría, el we tripantü fue (y es) una época en que se buscaba reunir a la familia, se reafirmaban los lazos de amistad y se reforzaban las alianzas.

En la naturaleza comienza un nuevo ciclo, por lo que el we tripantü es siempre una época de gran felicidad dentro del pueblo mapuche; abundancia y prosperidad era lo que se espera y desea para todos.

Nuestros mayores cuentan que en la noche de "san juan" y antes que salga el sol, había que bañarse en el "we ko", (agua nueva), de un trayenko o menoko (caída de agua o vertiente, respectivamente), lo cual permitía purificarse para comenzar una nueva etapa en la vida.

Hoy, nuestro pueblo sigue celebrando esta fiesta tan especial, a pesar de todo el colonialismo que se nos ha querido imponer, por ello, y a pesar de las cirscuntancias adversas que nos ha tocado vivir, no podemos sino estar alegres porque lo que viene será mejor para nuestro pueblo y nuestras familias.

Nos acordamos especialmente por aquellos weicafe que en estas fiestas han tenido que estar lejos de sus familias por defender la causa mapuche, por los presos políticos mapuche, que lo único que han hecho, es levantar la voz pidiendo justica, pidiendo restitución de los territorios que por derecho les pertenecen, lemoria tami pu kona, pu weicafe.

Marri chi weu

Comité editorial.
Net Mapu.